Crónica de la reelección anunciada (y cuestionada) de Maduro en Venezuela
"¡Aquí triunfará la paz!", clamó el presidente Nicolás Maduro al ser proclamado reelecto en Venezuela, mientras manifestaciones que denunciaban un fraude eran ferozmente reprimidas.
Maduro asume este viernes un tercer mandato consecutivo de seis años tras comicios que la oposición, Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina desconocieron. Hubo mucha presión internacional por un proceso transparente, pero analistas y fuentes diplomáticas coinciden en que el gobernante de izquierda nunca tuvo intención de "entregar" el poder.
La convocatoria a las urnas fue masiva. Largas filas frente a los centros de votación fueron el sello de la elección del 28 de julio, en las que Maduro enfrentó al exdiplomático Edmundo González Urrutia.
Pasada la medianoche, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciaba a Maduro como ganador con 52% de los votos, pero la oposición reclama un amplio triunfo de González Urrutia con 70% del sufragio.
Han pasado cinco meses y el chavismo, que gobierna desde hace 25 años con apoyo de la Fuerza Armada, está asentado firme de cara a la toma de posesión.
- Las protestas -
Tras el anuncio del primer boletín, la incertidumbre se convirtió en tensión, con el estallido de protestas en todo el país, incluso en zonas populares consideradas bastiones de la 'Revolución Bolivariana'.
Las redes sociales se llenaron de videos de manifestantes que derribaban estatuas del fallecido líder socialista Hugo Chávez.
Militares y policías neutralizaron las movilizaciones en 48 horas, con gases lacrimógenos, balas de goma y una ola de detenciones que llevó a más de 2.400 personas a la cárcel, entre ellas un centenar de menores de edad, acusados de terrorismo. El saldo fue de 28 muertos, tres de ellos militares, y casi 200 heridos.
Tres de los arrestados fallecieron en prisión entre denuncias de abusos y falta de atención médica y unos 1.300 fueron excarcelados cuatro meses después. De cara al 10 de enero, Machado convocó nuevamente a las calles.
- La campaña -
El CNE denunció un ataque cibernético y, a la fecha, su página web está caída.
Mientras la autoridad electoral sigue sin publicar un escrutinio detallado, como exige la ley, el equipo de Machado divulgó en un sitio web copias de más del 80% de las actas electorales, que sostiene que prueban la victoria de González Urrutia. El chavismo desestima su validez.
Machado, de 57 años, fue el alma de la campaña electoral y recorrió en auto todo el país. Multitudes la rodeaban a su entrada a cualquier pueblo: le entregaban rosarios, retratos, camisetas. Su discurso, muy enfocado en el regreso de millones de migrantes de la crisis, caló.
González Urrutia hizo contadas apariciones.
La campaña de Maduro, a su vez, fue ostentosa, con carteles tapizando muros y postes y omnipresente propaganda en televisión, radio y redes sociales, así como mitines en gigantescas tarimas. El gobernante se hizo llamar "gallo pinto", en referencia a un gallo de pelea, una forma de marcar distancia de un González Urrutia descrito como débil, frágil.
El chavismo "subestimó el sentimiento de cambio" y "la capacidad de la oposición, principalmente liderada por María Corina Machado, de conectar con la población", consideró Carol Pedroso, profesora de relaciones internacionales de la Universidad Federal de Sao Paulo y especialista en América Latina.
- El reconocimiento -
La elección llegó tras intensas negociaciones.
Estados Unidos flexibilizó las sanciones impuestas a Venezuela, condicionando la revisión de esas medidas a "elecciones libres", pero "Maduro en ningún momento se planteó entregar el gobierno", considera el consultor político Edward Rodríguez, que trabajó para la oposición.
Su opinión está en sintonía con una fuente diplomática que, justo antes de las presidenciales, manejaba la hipótesis de que el chavismo haría "lo necesario para mantenerse en el poder".
Si bien Washington cuestionó de inmediato los boletines del CNE y reconoció a González Urrutia como "presidente electo", no está clara la postura de la nueva administración de Donald Trump, que en su primer gobierno impulsó sin éxito una política de "máxima presión".
El pronóstico de los próximos días es difícil, dice el profesor de Ciencias Políticas Daniel Varnagy. "Entre 1 y 99 grados el agua no da señales de solidificarse o de hervir", subraya.
R.Hamrock--IP